El trabajo de recentralización de equipamientos públicos en torno al mirador está compuesto de manera sobria pero integra los principales elementos del paisaje circundante. Este espacio unificador, claro y propicio para el surgimiento de verdaderos encuentros intergeneracionales y culturales; corresponde al epicentro del proyecto y constituye une puerta abierta para los humedales que actualmente son rechazados y poco perceptibles desde el espacio público.
Construir de otro modo no es necesariamente sinónimo de tener una postura radical en un plano formal… El Eco hotel está pensado como una cadena de cabañas; de gaviones de forma simple y regular articulando la escritura arquitectural y vernácula, asumiendo una radicalidad contemporánea pero mesurada.
La vía departamental crea un punto de cesura entre el litoral y el entorno sin ninguna conexión clara entre el mar y la ciudad. La duna de la costa es la primera causa, no es posible tener una vista al mar arriba de esta.
El proyecto se presenta como la oportunidad de consolidar la plaza Varaville con la interface de dos paisajes “acuáticos” considerablemente diferentes: de un lado el mar y del otro, los humedales.
La intención de esta actividad es crear permeabilidades y conexiones entre el litoral y el entorno, entre lo marítimo y la horticultura. Por lo tanto, el lugar se convierte en una especie de injerto/ grapa entre los dos espacios. Con la intención de crear una graduación entre los humedales y la urbe, la tendencia del proyecto es trabajar con; en lugar de contra, el riesgo de inundación.